jueves, 10 de enero de 2013

Moonrise Kingdom, de Wes Anderson



La séptima película de Wes Anderson comprende un pacto, una historia de amor situada en la isla New Penzance en el verano de 1965 entre Sam (Jared Gilman) y Suzy (Kara Hayward). A sus doce años, ambos son indómitos y terriblemente románticos: Sam es huérfano, nerd introvertido, proyecto de iconoclasta y explorador más allá de su condición de Boy Scout del campamento Ivanhoe; mientras Suzy expresa su latente rebeldía y natural belleza desde el comienzo del film tan solo con su rostro atrapado en los interiores del faro donde vive junto a sus padres y tres hermanos. Ambos enamorados deciden escapar y emprenden su aventura con instrumentos de rigor: mapas, binoculares, libros, canoa y carpa. La voz en off destaca al comienzo del film: en tres días llegará una tormenta a la isla.

Desde allí, con la brújula de la juventud en mano, Anderson arremete contra los adultos y sus prejuicios, que actúan como contrapartida a la exploración y escape cómplice de Sam y Suzy. Estos son los padres de la joven, Walt y Laura (Bill Murray y Frances McDormand, respectivamente); y Ward (Edward Norton), líder del campamento que tiene a cargo al Scout fugitivo. Los perseguidores salen a la búsqueda de Sam y Suzy en la isla, y aquí el guión de Anderson y Roman Coppola intercambia los roles a través de los diálogos: por un lado los de los jóvenes enamorados, firmes entre la pasión y el consciente desencanto; y por el otro, los infantiles y dubitativos de los adultos. 


La formalidad de la puesta de escena de Moonrise Kingdom, como asimismo la fotografía de Robert Yeoman del espacio bucólico de la isla New Penzance, son notables y detallistas, con los salientes ejemplos de planos generales de la playa y travellings laterales a los niños Scout agrupados. Este escenario diseñado por Anderson evoca, desde la expansión en el uso de colores primarios, a Claude Monet (Les Coquelicots, 1873) y al clásico de la literatura infantil Donde Viven los Monstruos (Maurice Sendak, 1963). Si algo comparten Anderson, Monet y Sendak en sus obras no es una debilidad por los colores primarios, sino la búsqueda de sus esencias desde un núcleo de acción presencial e impresionista. En el caso de esta película, el efecto logrado es alentador en cada plano.

Moonrise Kingdom no es un decorado estéril: es una de las mejores películas junto con Bottle Rocket (1996) y El Fantástico Señor Fox (2009)de Anderson, defensor de personajes inadaptados y de causas aún no perdidas. Una fábula con referencias religiosas (El Arca de Noé), iniciada con la melodía de la Guía de orquesta para jóvenes, de Benjamin Britten, que hasta se da el gran lujo de contar con Bruce Willis en su papel más elegante y melancólico hasta la fecha como el Capitán Sharp. La película más poética y honesta de Wes Anderson.

 

Dirección: Wes Anderson. Guión: Wes Anderson, Roman Coppola. Fotografía: Robert Yeoman. Música: Alexandre Desplat. Elenco: Jared Gilman, Kara Hayward, Bill Murray, Bruce Willis, Frances McDormand, Tilda Swinton, Jason Schwartzman, Edward Norton. Duración: 94 minutos.

Trailer:

 

Crítica publicada en ACCU (11/1/2013)

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