jueves, 20 de septiembre de 2012

Ted, de Seth MacFarlane




La primera película de Seth MacFarlane es una comedia limitada por su propio sello de autor, ya conocido en sus series animadas de televisión (Padre de Familia, American Dad), en el que se destaca un humor cínico y crítico de la sociedad estadounidense. Asimismo, con nostalgia, rescata la amistad entre John y su oso de peluche Ted.

Seth MacFarlane logró el reconocimiento mundial con su serie animada de televisión Padre de Familia —la que dio lugar a American Dad y The Cleveland Show, donde se aprecia claramente su sello de autor: humor ácido y cínico de la sociedad y cultura estadounidense, acompañado, en su recurso narrativo, por la hiperactiva repetición de flashbacks para acentuar el efecto de sus gags. Su forma de narrar es diferente a la de Matt Groening en Los Simpsons o Trey Parker y Matt Stone en South Park. Estos autores, con sus diferentes obras, comparten la búsqueda del humor partiendo de una mirada crítica, aunque con diferencias marcadas. Es recurrente en Estados Unidos, hablando de la historia de las series animadas de televisión de los últimos veinte años, comparar su trascendencia con bandas de rock por su impacto masivo y cultural: Los Simpsons representan a Los Beatles, mientras South Park a los Rolling Stones. Siguiendo este ejemplo, Padre de Familia bien podría encarnar a los Sex Pistols. Incluso, por otro lado, bien puede ser vista como una hija maldita y bastarda de Los Simpsons.

En su primer film como director, MacFarlane transita la autoría de sus series animadas de televisión al cine. Un reto esperado por sus seguidores como asimismo por parte de la crítica que lo estima como un refundador de la comedia americana. Ted, desde su corteza, es una comedia cargada del humor corrosivo de MacFarlane, pero más allá uno se encuentra con poco más que una comedia inocente.


La película narra la historia de John (Mark Wahlberg), un treintañero que se encuentra ante una encrucijada: su vida junto a su gran amigo de toda la vida o el proyecto a futuro con su novia Lori (Mila Kunis). Su amigo es peculiar: un osito de peluche que recibió como regalo de niño y que obtuvo el habla tras el cumplimiento de un deseo personal e infantil. Ted se convierte en el sostén afectivo durante la solitaria infancia y adolescencia de John, lo que genera un fuerte lazo de amistad entre ambos. Asimismo, por su peculiaridad, el osito logró un status de celebridad pero por un tiempo breve. 

El conflicto de John es el de crecer, de ingresar al mundo adulto, ya que el rumbo de su relación sentimental con su novia se estanca por esta relación atípica con su amigo, el que con el paso de los años desarrolla su propia personalidad y sus preferencias: drogas, alcohol, mujeres y fiestas. La nostalgia los une y les impone un universo referencial: la idolatría a la película Flash Gordon (Mike Hodges, 1980) y a su actor Sam Jones, el estreno de Star Wars, los diálogos de Top Gun, las historietas de Tintin, entre otros. Con este recurso, MacFarlane, cerca de los cuarenta años, rinde tributo a su propia adolescencia. En el desarrollo de la amistad adulta entre John y Ted está presente la influencia del género de comedia slacker —películas como El Gran Lebowski, de los hermanos Coen, o Pineapple Express, dirigida por David Gordon Green pero con el sello de Judd Apatow—, que apunta a personajes de características antisociales y, en reiteradas ocasiones, “colocados” en su propio espacio.


Dentro de lo positivo de Ted está la animación del oso de peluche: las escenas que lo presentan peleando a golpes de puño, bailando, en una entrevista de trabajo, conduciendo un automóvil o corriendo por las calles de la ciudad de Boston bien retratada. A este acierto lo acompañan la voz del oso, a cargo del propio MacFarlane, las correctas actuaciones de la pareja Wahlberg y Kunis a lo largo de la comedia, la inclusión en la trama de un padre psicótico y fanático de Ted, interpretado por Giovanni Ribisi, y cameos que deparan sorpresas. Lo negativo es una propuesta que logra un auspicioso comienzo, pero que se debilita a medida que avanzan los minutos por un abuso de ejercicio del director, ya conocido desde el estreno de Padre de Familia: un humor que por momentos acierta en gags y críticas a la sociedad estadounidense y a sus celebridades contemporáneas, pero que cae en su propio vicio de abrazarse por necesidad a la repetición y vindicación de su estilo.

Dirección y guión: Seth MacFarlane
Elenco: Mark Wahlberg, Mila Kunis, Joel McHale, Giovanni Ribisi, Seth MacFarlane
Fotografía: Michael Barrett
Música: Walter Murphy
Universal Pictures
106 minutos
2012





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