
La primera película de Seth MacFarlane es una comedia limitada por su propio sello de autor, ya conocido en sus series animadas de televisión (Padre de Familia, American Dad), en el que se destaca un humor cínico y crítico de la sociedad estadounidense. Asimismo, con nostalgia, rescata la amistad entre John y su oso de peluche Ted.
Seth
MacFarlane logró el reconocimiento mundial con su serie animada de
televisión Padre
de Familia
—la
que dio lugar a American
Dad y
The Cleveland Show—,
donde se aprecia claramente su sello de autor: humor ácido y cínico
de la sociedad y cultura estadounidense, acompañado,
en su recurso
narrativo, por la hiperactiva repetición de flashbacks para acentuar
el efecto de sus gags. Su forma de narrar es diferente a la de Matt
Groening en Los
Simpsons
o Trey Parker y Matt Stone en South
Park.
Estos autores, con sus diferentes obras, comparten la búsqueda del
humor partiendo de una mirada crítica, aunque con diferencias
marcadas. Es recurrente en Estados Unidos, hablando de la historia de
las series animadas de televisión de los últimos veinte años,
comparar su trascendencia con bandas de rock por su impacto masivo y
cultural: Los Simpsons representan a Los Beatles, mientras South Park
a los Rolling Stones. Siguiendo este ejemplo, Padre de Familia bien
podría encarnar a los Sex Pistols. Incluso, por otro lado, bien
puede ser vista como una hija maldita y bastarda de Los Simpsons.
En
su primer film como director, MacFarlane transita la autoría de sus
series animadas de televisión al cine. Un reto esperado por sus
seguidores como asimismo por parte de la crítica que lo estima como
un refundador de la comedia americana.
Ted,
desde su corteza,
es
una
comedia cargada del humor corrosivo de MacFarlane, pero más allá
uno se encuentra con poco más que una comedia inocente.

La
película narra la historia de John (Mark Wahlberg), un treintañero
que se encuentra ante una encrucijada: su vida junto a su gran amigo
de toda la vida o el proyecto a futuro con su novia Lori (Mila
Kunis). Su amigo es peculiar: un osito de peluche que recibió
como regalo de niño y que obtuvo el habla tras el cumplimiento de un
deseo personal e infantil. Ted se convierte en el sostén afectivo
durante la solitaria infancia y adolescencia de John, lo que genera
un fuerte lazo de amistad entre ambos. Asimismo, por su peculiaridad,
el osito logró un status de celebridad pero por un tiempo breve.
El
conflicto de John es el de crecer, de ingresar al mundo adulto, ya
que el rumbo de su relación sentimental con su novia se estanca por
esta relación atípica con su amigo, el que con el paso de los años
desarrolla su propia personalidad y sus preferencias: drogas,
alcohol, mujeres y fiestas. La nostalgia los une y les impone un
universo referencial: la idolatría a la película Flash
Gordon
(Mike Hodges, 1980) y a su actor Sam Jones, el estreno de Star
Wars,
los diálogos de Top
Gun,
las historietas de Tintin, entre otros. Con este recurso, MacFarlane,
cerca de los cuarenta años, rinde tributo a su propia adolescencia.
En el desarrollo de la amistad adulta entre John y Ted está presente
la influencia del género de comedia slacker
—películas
como
El
Gran Lebowski,
de los hermanos Coen, o Pineapple
Express,
dirigida por David Gordon Green pero con el sello de Judd Apatow—,
que apunta a personajes de características antisociales y, en
reiteradas ocasiones, “colocados” en su propio espacio.

Dentro
de lo positivo de Ted
está la animación del oso de peluche: las escenas que lo presentan
peleando a golpes de puño, bailando, en una entrevista de trabajo,
conduciendo un automóvil o corriendo por las calles de la ciudad de
Boston bien retratada. A este acierto lo acompañan la voz del oso, a
cargo del propio MacFarlane, las correctas actuaciones de la pareja
Wahlberg y Kunis a lo largo de la comedia, la inclusión en la trama
de un padre psicótico y fanático de Ted, interpretado por Giovanni
Ribisi, y cameos que deparan sorpresas. Lo negativo es una propuesta
que logra un auspicioso comienzo, pero que se debilita a medida que
avanzan los minutos por un abuso de ejercicio del director, ya
conocido desde el estreno de Padre
de Familia:
un humor que por momentos acierta en gags y críticas a la sociedad
estadounidense y a sus celebridades contemporáneas, pero que cae en
su propio vicio de abrazarse por necesidad a la repetición y
vindicación de su estilo.
Dirección
y guión: Seth MacFarlane
Elenco:
Mark Wahlberg, Mila Kunis, Joel McHale, Giovanni Ribisi, Seth
MacFarlane
Fotografía:
Michael Barrett
Música:
Walter Murphy
Universal
Pictures
106
minutos
2012