Hablando de Aquiescencias, dos recortes sobre Idea Vilariño, a poco más de un año de su desaparición física.
"Escribo, pienso, leo...".
Escribo
pienso
leo
traduzco veinte páginas
oigo el informativo
escribo
escribo
leo.
Dónde estás
dónde estás.
"Escribo, pienso, leo...".
Escribo
pienso
leo
traduzco veinte páginas
oigo el informativo
escribo
escribo
leo.
Dónde estás
dónde estás.
Sobre J.C. Onetti:
“Es el último hombre de quien debí enamorarme porque éramos lo más imposible de ligar que había. Nunca entendió el ABC de mi vida, nunca me entendió como ser humano, como persona. Y así teníamos nuestros grandes desencuentros. Si yo hablaba de algo sumamente delicado él me salía con una barbaridad. Decía cosas que me hacían echarlo, imposibles de soportar. Todavía me pregunto por qué aguanté tanto, por qué volví tantas veces. Nos peleábamos y volvíamos a juntarnos, lo echaba, regresaba. Una noche me llamó desesperado para que fuera a verlo. Yo estaba con alguien que me amaba y lo dejé por ir a pasar una noche con él. Y recuerdo que lo único que hicimos fue ponernos de espalda, leyendo un libro él, y yo otro. A la mañana siguiente le agarré la cara y le dije: sos un burro Onetti, sos un perro, sos una bestia. Y me fui”. (Fuente: "Construcción de la Noche", por María Esther Gilio y Carlos Domínguez).
“Es el último hombre de quien debí enamorarme porque éramos lo más imposible de ligar que había. Nunca entendió el ABC de mi vida, nunca me entendió como ser humano, como persona. Y así teníamos nuestros grandes desencuentros. Si yo hablaba de algo sumamente delicado él me salía con una barbaridad. Decía cosas que me hacían echarlo, imposibles de soportar. Todavía me pregunto por qué aguanté tanto, por qué volví tantas veces. Nos peleábamos y volvíamos a juntarnos, lo echaba, regresaba. Una noche me llamó desesperado para que fuera a verlo. Yo estaba con alguien que me amaba y lo dejé por ir a pasar una noche con él. Y recuerdo que lo único que hicimos fue ponernos de espalda, leyendo un libro él, y yo otro. A la mañana siguiente le agarré la cara y le dije: sos un burro Onetti, sos un perro, sos una bestia. Y me fui”. (Fuente: "Construcción de la Noche", por María Esther Gilio y Carlos Domínguez).
3 comentarios:
Onetti no debía ser la reencarnación de Romeo. Fijo.
Pero parece que lo echaba de menos.
El amor es lo más loco que hay.
Esa es la gracia.
Saludos.
curioso que eligieras ese pasaje de construcción de la noche.
http://rapidshare.com/files/411815668/12_-_Track_12.mp3
salud.
yo estaba con alguien que me amaba...
pero no dice que ella le correspondiera, parece que no
no me gusta el empalago hasta entrar en coma diabético pero este amor destructivo no acabo de entenderlo
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