sábado, 5 de mayo de 2012

Los Vengadores, de Joss Whedon (2012)



 

Los Vengadores cumple su premisa fundamental: entretener. Y no queda sólo en eso, sino que dentro de rendir tributo al universo temático de Marvel Comics, supera una reunión de superhéroes dispares bajo un fin que concreta el director y guionista Joss Whedon.

El crédito para que Los Vengadores (The Avengers) funcione es, en gran parte, por la labor del director y guionista Joss Whedon (Buffy, la cazavampiros, 1997-2001; Angel, 1999-2004) desde el argumento y la correcta adaptación del universo-obra de Stan Lee y Jack Kirby (Marvel Comics, 1963) para cimentar la narración audiovisual y la ardua tarea de juntar a estos superhéroes estrellas en un mismo film y no fracasar en su primer y básico objetivo: entretener. La premisa, por supuesto, incluye notables efectos especiales -con y sin 3D-, peleas cuerpo a cuerpo entre los mismos vengadores y contra una invasión de alienígenas a la ciudad de Nueva York -junto a Los Angeles, escenario hollywoodense por excelencia para el elemento magno de un enfrentamiento: desde la clásica King Kong (Merian C. Cooper, 1933) hasta la prescindible Independence Day (Roland Emmerich, 1996). Pero donde más sale airoso Whedon no es en el lenguaje cámara en mano, sino demostrando conocimiento autorreferencial del universo de Marvel Comics y en la elección y dirección del guión, con la distinción de Robert Downey Jr. (Chaplin, 1993; Zodiac, 2007) en el elenco como el magnate filántropo Tony Stark y su alter-ego Iron Man. Porque el actor, como se ha visto en las dos entregas del Hombre de Hierro (2008, 2010), que rindieron como catapulta para finalizar en este proyecto, actúa adrede y hasta se ríe del personaje de Robert Downey de décadas atrás: vanidoso, pedante, excéntrico y cínico. Y da resultado.

Whedon, conocedor de las series de televisión, además de Buffy y Angel, también trabajó en guiones de las películas Speed (1994) y de la primera Toy Story (1995). El problema que como guionista y realizador enfrentaba en lo previo eran las expectativas de semejante proyecto y la primera reunión de estos superhéroes: Capitán América, Hulk, Thor, La Viuda Negra, Ojo de Halcón, junto al mencionado Iron Man. Los primeros tres ya tuvieron sus films en la última década, previo a esta reunión, un objetivo comercial que resultó redituable en la taquilla. Lo que le jugó a favor al cineasta fue su forma de rendir tributo a un universo y metalenguaje siguiendo el ejemplo de J.J. Abrams en Super 8 (2011) hacia los films de ciencia ficción, comedia y matinée de la década de los años ochenta: el universo "Spielbergiano" de E.T. (1982) y The Goonies (1985), aunque con diferentes resultados, ya que lo realizado por Abrams fue notable mientras lo de Whedon es un más que aceptable tributo, la primera parte de una saga. 

Si se cree que Whedon buscó dividir para reinar, se debe hacer referencia al elenco que incluye a Chris Evans (Capitán América), Mark Ruffalo (Hulk), Chris Hemsworth (Thor), Scarlett Johansson (Natasha Romanoff, alias La Viuda Negra), Jeremy Renner (Ojo de Halcón) y Samuel L. Jackson (Nick Fury), máxima autoridad del organismo de inteligencia y espionaje clandestino S.H.I.E.L.D., encargado de reunir a Los Vengadores. Durante poco menos de treinta minutos iniciales, Whedon apenas cae en el exceso en la presentación de estos héroes, especialmente para los espectadores que aún no los conozcan del comic o de sus propios films.

 

Una vez reunidos, los Vengadores son notificados y convencidos para enfrentar a Loki (Tom Hiddleston), desterrado de Asgard y medio hermano de Thor, quien ha robado a S.H.I.E.L.D. el Tesseract (Cubo Cósmico), símbolo de poder y destrucción masiva, azul, frío y cristalino por excelencia. Asimismo, también se robó, junto a este instrumento de poder, al científico Eric Selvig (Stellan Skarsgard) y al agente Clint Barton (Ojo de Halcón). Loki representa al Ubermensch de Nietzsche pero según la errónea adaptación y apropiación del nazismo; o sea, con el Tesseract bajo control, crea su propio sistema de valores bajo su voluntad de poder, que cree justo. Un megalómano sin pasión. Se cae de maduro lo que puede resultar un simbolismo pedante ya conocido y acentuado en películas estadounidenses post-11 de setiembre de 2001: Loki, el terrorista que plantea la guerra en territorio de Estados Unidos; y los Vengadores, el ejército que luchará "en la tierra del valiente" por la libertad contra el enemigo de la paz.

Pero por otro lado, y aquí una de las fortalezas de Los Vengadores, es que esta reunión extraordinaria, primeramente de egos, traerá consigo varios problemas y roces entre ellos mismos -físicos, humorísticos y dialécticos-, que Whedon resuelve en varias escenas únicamente con la presencia de Stark, en la piel de Downey Jr., como mediador, y de un nuevo Hulk, con un más que correcto Mark Ruffalo, repatriado desde la India en la piel de su alter-ego, el doctor Bruce Banner, quedando atrás el físico de Eric Bana (2003) y el metódico Edward Norton (2008). Ruffalo, en sus minutos en este film, es el Hulk más creíble visto hasta el momento en la pantalla, a la par del histórico Lou Ferrigno, quien cede su voz a la bestia. Iron Man y Hulk, en las características de sus alter-egos de Stark y Banner, y por la calidad de los actores que los representan, sacan distancias del resto del elenco salvo por Chris Hemsworth en la piel de Thor. Por otro lado, Capitán América (Joe Johnston, 2011) continúa con su laconismo de expresiones, a la deriva entre dos siglos tras su congelamiento, y su personaje es fundamental para el desarrollo y destaque de Stark en el guión a través del diálogo; el dios Thor (Kenneth Branagh, 2011), por su parte continúa ensimismado en Asgard y sus murallas, y en su conflicto dinástico con el vil Loki.

Con Loki obsesionado con el control de la humanidad y su condición de Dictador, crítico con los humanos y su sumisión de rodillas al sistema democrático, llega lo que el espectador inevitablemente espera: el enfrentamiento. El escenario, un cliché necesario: Nueva York. Ahora con la llegada al grupo del Agente Clint Barton como Ojo de Halcón junto a Banner, quien llega en moto a la ciudad timorato como un paisano en baile de otro pueblo para devenir en un Hulk extremadamente molesto que se roba el show. Un enfrentamiento que ubica a los Vengadores de un lado y a un ejército de adefesios alienígenas y leviatanes bajo el liderazgo de Loki del otro. La colosal urbe gris ante los minúsculos Vengadores y sus colores -el rojo en Thor y Iron Man y el verde de Hulk- es un detalle que no pasa desapercibido. Pura extravagancia y entretenimiento -de los que debería tomar apuntes Michael Bay en su saga de Transformers-, una batalla barroca y futurista a ritmo de montaña rusa que deja a Manhattan como una misión del videojuego Call Of Duty: Modern Warfare, y recuerda, aunque con distancias, a la batalla final de El Señor de los Anillos: El Regreso del Rey (Peter Jackson, 2003), y al espectador, la idea de que la entrada al cine, el médium a este universo, valió la pena.



Dirección y guión: Joss Whedon
Fotografía: Seamus McGarvey
Vestuario: Alexandra Byrne
Elenco: Robert Downey Jr., Mark Ruffalo, Scarlett Johansson, Chris Hemsworth, Chris Evans, Jeremy Brenner, Samuel L. Jackson.
Duración: 142 minutos

Trailer:

1 comentario:

Daniela Campos dijo...

Sin duda una de los grandes aciertos de The Avengers, es la historia que junta a varios de los héroes de Marvel, es una película ideal para todos los gustos y todas las edades, ya que logra captar la atención de cualquiera.