
En Antes del amanecer (1995), Antes del atardecer (2004) y Antes de la medianoche hay un personaje esencial: el tiempo. El que en las tres películas Linklater ha retratado con travellings, con steady-cam en largas tomas y escenas y un guión a tres partes, escrito por el director junto a la pareja de actores protagonistas. El paso del tiempo se funde en dos personajes: Jesse (Ethan Hawke) y Celine (Julie Delpy). En las tres películas la acción transcurre durante un día, o para ser más preciso antes de tres momentos de un día: amanecer, atardecer y medianoche. La metáfora está servida: juventud (Viena, verano de 1994), madurez (París, 2003) y adultez (Messinia, 2012).
Partiendo de la historia de amor de Jesse y Celine
como centro, Linklater plantea sus tiempos narrativos al apostar a
una unidad de movimiento
constante que comprende diálogos, silencios y precisión en la
cámara en pos del mensaje, lo que lo ha emparentado al francés
Robert Bresson desde su ópera prima Slacker
(1991). Pero también con Éric Rohmer (Mi
noche con Maud, 1969) en la búsqueda de un
conflicto que apuesta a la conversación sobre la acción física,
basado en la retórica en el discurso (filosófico, existencial) de
partes claramente antagonistas en busca de un contenido aparentemente
uniforme. Con la influencia de la Nouvelle Vague, Linklater, junto con el austríaco
Michael Haneke, son dos de los cineastas que con mayor mérito
crítico han sabido retratar a la clase burguesa en las últimas dos
décadas.
La escena inicial de la película destaca la
continuidad de la saga. El director propone una despedida: en un
aeropuerto, Jesse despide a su hijo (con otra mujer) que acaba de
pasar "el mejor verano de su vida" junto a él. Recordamos
la situación de Jesse en la película anterior. El niño regresa a
Chicago junto a su madre mientras su melancólico padre deja el
aeropuerto, de regreso a su vida. Pero hay otra sorpresa. Jesse y
Celine ya no están solos: están acompañados por sus dos hijas
gemelas, su descendencia. Luego de esta introducción situacional,
Linklater suma al espectador a los paseos de la pareja de amantes, en
la ocasión de vacaciones en la costa de Messinia (Grecia), retratada
con elegancia por la fotografía de Christos Voudouris.
Dentro de las tres películas (separadas por nueve
años cada una), Antes de la medianoche
es la que plantea con mayor claridad el crecimiento del escritor
estadounidense exiliado Jesse y el de la ecologista francesa Celine
como pareja y también como sujetos. Y no necesariamente porque
acusen más arrugas y experiencia a sus cuarenta años o se aprecie
una crisis desde el discurso o en comportamientos según la variación
de escenarios (almuerzo junto a terceros-paseo en paisaje
bucólico-conversación en habitación de hotel). El guión deja en
evidencia el cometido esencial del trío Linklater-Hawke-Delpy desde
1995, desde aquel encuentro casual de los personajes en un tren en
Antes del amanecer:
la revisión del pasado, presente y futuro en tránsito permanente,
que en Antes de la medianoche
se manifiesta con loable talento mientras Jesse, Celine y las niñas
pasan en auto ante las ruinas de la antigua Grecia. "Las
visitaremos a la vuelta, cuando regresemos", explican los
adultos. Aquí el mayor triunfo del azar: una pareja que no deja de
caminar, de crecer, de aprender, aunque con diferencias marcadas,
junta y hacia delante. Y las ruinas siempre quedan detrás, aunque
aparenten rodearlos y ser circulares.
Dirección: Richard Linklater. Guión: Richard Linklater, Ethan Hawke, Julie Delpy. Fotografía: Christos Voudouris. Música: Graham Reynolds. Montaje: Sandra Adair. Elenco: Ethan Hawke, Julie Delpy, Seamus Davey-Fitzpatrick, Jennifer Prior, Charlotte Prior, Xenia Kalogeropoulou, Walter Lassally y Ariane Labed. 109 minutos. 2013.

Dirección: Richard Linklater. Guión: Richard Linklater, Ethan Hawke, Julie Delpy. Fotografía: Christos Voudouris. Música: Graham Reynolds. Montaje: Sandra Adair. Elenco: Ethan Hawke, Julie Delpy, Seamus Davey-Fitzpatrick, Jennifer Prior, Charlotte Prior, Xenia Kalogeropoulou, Walter Lassally y Ariane Labed. 109 minutos. 2013.
