martes, 28 de abril de 2009

Dos adioses de Idea




La poeta uruguaya Idea Vilariño falleció a los 88 años. Su personalidad llanamente poética la llevó a trabajar lejos de reconocimientos, siendo una referente. La poeta de la Generación del 45' dejó un legado implacable.


Aquí se recuerdan dos de sus adioses.


"Adiós"

Adiós.
Salgo como de un traje
estrecho y delicado
difícilmente
un pie
después despacio
el otro,
salgo como de bajo
un derrumbe
arrastrándome
sorda al dolor
deshecha la piel
y sin ayuda.
Salgo penosamente
al fin
de ese pasado
de ese arduo aprendizaje
de esa agónica vida.


Extraído de "De Poemas de amor, a Juan Carlos Onetti, (1958)".


"ADIÓS"

Aquí
lejos
te borro.
Estás borrado.


Poema dedicado a J.C. Onetti.



viernes, 24 de abril de 2009

¡Me matan limón!



La muerte de Pablo Escobar, según Fernándo Botero


"¡Me matan limón!". Bien pudieron haber sido de las últimas palabras del narcotraficante más famoso y poderoso de la historia, el colombiano Pablo Escobar Gaviria. La canción podría recrear la voz de Pablo a su amigo "Limón", su guardaespaldas personal, quien estuvo a su lado esos días finales, cuando estaban escondidos en una casita, hasta las manos perseguidos por la CIA, la DEA, los "Pepes", el gobierno colombiano, paramilitares, informantes de turno, y hasta ramas de carteles colombianos. Ambos cayeron acribillados por el Bloque de Búsqueda colombiano, el 2 de diciembre de 1993.

En 1996, Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota sacan su disco "Luzbelito". El octavo tema señala en su letra, a cargo del Indio Solari.

Me matan limón (Solari-Beilinson).

Ni bien amainó
la tormenta, olvidó
las promesas hechas
otra vez!
Me matan, Limón!
Hijueputas, Limón!
Por los techos viene el bloque
otra vez!
Oh, otra vez!
Oh, otra vez!
Pasan las dos... / Delatándolo,
apenas las dos... / delatándolo a las dos
de la tarde y zumba feo algún moscón.
Voy sangrando, Limón! / Padrecito de
Me la dieron, Limón! / nuestros pobres que
sangran por las tejas como vos, Limón.
Oh, otra vez!
Oh, otra vez!
Nunca pudo llorar,
ni soñar al dormir,
pero sabe que a las dos es tarde ya. Todo el bloque, Limón, / Nuestra gente, no,
baila y canta, mi Dios! / no quiere escuchar
cumbias y merengues crueles otra vez!
Oh, otra vez!
Oh, otra vez!
Oh, otra vez!
Oh, otra vez!

"Por los techos viene el bloque otra vez": El Bloque era el grupo de búsqueda "elite" que lo perseguía al narco, conformado por la policía, fuerzas armadas y agentes anti-narcóticos.


Pasan las dos... / Delatándolo,
apenas las dos... / delatándolo a las dos
de la tarde y zumba feo algún moscón.


La hora de la entrega. Cuando Escobar es avisado de lo que sucedía fuera de la casa.

Voy sangrando, Limón! / Padrecito de
Me la dieron, Limón! / nuestros pobres que
sangran por las tejas como vos, Limón.

Podría ser la voz de Escobar a su guardaespaldas. "Limón" intentaría salir por las tejas y sería acribillado.

La muerte de Pablo Escobar, según el Bloque

De Pablo Escobar se ha dicho y escrito en demasía: es fama su dominio feudo-empresarial, su propio zoológico de animales exóticos, su pista de aviones y helicópteros; y las bacanales, donde el narco llevaba a todas las playmates de colombia a su headquarter para divertir a sus amigos. Había una costumbre: elegían a una de las chicas y la rapaban. 

Por otra parte, construyó viviendas para las clases bajas. Se sabe que cuando lo detuvieron (?) le permitieron construir su propia cárcel con empleados elegidos por él mismo. Una prisión sugerente. Cinco (o seis, o siete) estrellas, con jacuzzis, camas de agua, cabarets, salas de recreación y hasta lo que no se atreviera uno a soñar. Si Pablo hubiera deseado bajar la Luna, allí seguramente la tendría. Incluso fueron construidas canchas de fútbol donde iban los tres equipos más populares de Medellín a jugar con los amigos de Escobar. El narco era figura descollante en dichos partidos, el goleador, el "jugador del partido".

En su momento, en 1996, cuando salió el disco "Luzbelito" de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, muchos pensaron en que limón se refería al ácido. Varios lo siguen creyendo hoy día. Es fama que las letras de esta banda argentina siempre generaron diferentes interpretaciones. Y eso no es malo. Es de las cosas más agraciadas de la música. La interpretación.

Gracias a El Mencho y a Diego de Hurlingham


martes, 14 de abril de 2009

Led Zeppelin llegando a Honolulu



Led Zeppelin (de izq a der): John Bonham, Robert Plant, John Paul Jones, Jimmy Page


1969 fue mucho más que el final de una era y década. Fue una noche de agosto en la dirección 10050 de Cielo Drive, Hollywood; fue Hunter Thompson escribiendo algo sobre Haight-Ashbury. Fue Altamont.

Hacía cuarenta años, el fotógrafo Robert Knight retrataba a Led Zeppelin llegando al aeropuerto de Honolulu, Hawaii, con los masters en mano de lo que sería su segundo disco, Led Zeppelin II.

Primero se llamaron "The New Yardbirds" (Jimmy Page fue guitarra de la banda The Yardbirds), luego pasaron a llamarse Led Zeppelin (zeppelin de plomo) por un chiste mufa del baterista de The Who, Keith Moon.

En enero de 1969 debutaron con Led Zeppelin I, y en octubre del mismo año su segundo trabajo, Led Zeppelin II. De los masters que llevan los ingleses en la foto, quedaron nueve canciones. Jimmy Page adquiere el mote de "patrón de la guitarra" con sus archifamosos riffs en temas como Whole Lotta Love o en Heartbreaker. Asimismo, es inolvidable lo que logra en la batería John Bonham en Moby Dick. En The Lemon Song, el bajo John Paul Jones levanta vuelo como si estuviera viajando en una escalera al cielo. What Is And What Should Never Be
es un tutorial de canto por parte de Robert Plant.

Este disco le aportó tanto al rock n' roll como tal como el equipo de Brasil del mundial de 1970 al fútbol mundial.



Temas:

1. Whole Lotta Love (Bonham / Dixon / Jones / Page / Plant) - 5:34
2. What Is and What Should Never Be (Page / Plant) - 4:44
3. The Lemon Song (Bonham / Jones / Page / Plant) - 6:19
4. Thank You (Page / Plant) - 4:47
5. Heartbreaker (Bonham / Jones / Page / Plant) - 4:14
6. Living Loving Maid (She's Just a Woman) (Page / Plant) - 2:39
7. Ramble On (Page / Plant) - 4:23
8. Moby Dick (Bonham / Jones / Page) - 4:21
9. Bring It on Home (Page / Plant) - 4:20



Integrantes:

Jimmy Page - Guitarra
Robert Plant - Voz, armónica
John Paul Jones - Bajo, órgano
John Bonham - Batería, percusión




jueves, 9 de abril de 2009

“Luca”, de Rodrigo Espina (2007)



Luca en Traslasierra, Córdoba

A J.G., por compartir.

In memoriam, A.S.


La figura de Luca Prodan es amplia, caótica y difícil de abarcar si su realizador no puede separar ciertos conceptos antes de dar el puntapié inicial. Infancia en Roma, extranjero en colegio escocés, adolescencia en una turbulenta Londres; heroína, cárcel, sierras, paz, “under”, explosión, muerte, mito. Proyectos audiovisuales anteriores sobre dicha figura han pecado por falta de verosimilitud, quizá por intentar abrazarse de primera al mito: a la pelada, al italiano bravucón, a un nuevo jingle de la ginebra Bols. Rodrigo Espina de antemano tenía ventajas como desventajas para su proyecto. La gran ventaja es haber estado tras bambalinas, siendo parte de aquellos años. Una desventaja podría ser que este film no tenía el apoyo consensual de los ex integrantes de Sumo. Pero el mayor acierto de Espina es apelar de forma intimista al Luca off the record, dejando poses o mitos de lado. La casa tenuemente iluminada, con una radio y el cassette con Luca contándonos su historia conversando, en lecturas de cartas y zapando temas con su criolla, genera el acercamiento, para jamás perderlo a lo largo del film.

Con amigos, tomando algo prestado (?)

Un ejemplo sobre esta puntualidad, el del tratamiento de Luca fuera de mito, Espina lo indica en una escena de obligada carcajada: en un momento del film, aparecen dos ancianos con atributos campestres, a los cuales el realizador les pregunta (vale recalcar una de las pocas ocasiones donde se escucha su voz) si recuerdan a Luca, el cantante de Sumo, y estos nada, ni idea. Pero en el momento en que Espina les aclara: “El italiano, el que vivía en las sierras con Timmy Mc Kern”, ahí algo explota, y estos se acuerdan. “¡Síiiii! El italiano que vivía con Timmy…”.

Otro gran acierto, más allá de la voz de Luca: el mosaico de personajes de su mundo. Su madre, que parece ser toda una actriz frente a una cámara, su sensibilidad parece lúdica, amenizando el relato; Michela, su prudente hermana; un ex compañero del colegio escocés de Gordonstown; Stephanie Nuttal, la inglesa primer batera de Sumo que tuvo que abandonar la banda al arribo del conflicto Falkland-Malvinas; Germán, Alejandro y Superman, con infalibles anécdotas del romano; sus dispares novias o compañeras de ruta, que llegan al consenso de abrigar la influencia de este inquieto niño; su hermano menor, Andrea y Timmy Mc Kern (manager de Sumo), su familia en Argentina; y Duccio, el torturado compañero de andanzas de Luca en tiempos de heroína a rajatabla. Es brutal la escena donde este escucha varios años después el audio de su amigo deseándole la paz interior. "Si lo ven a Duccio, denle todo mi amor", dice Luca.

En este documental, Luca siempre está ahí, cerca: su soledad, su confesión a viva voce y con la criolla que surgen del cassette; los archivos fotográficos brindados por su familia, perlitas de la banda tocando en vivo (con la inolvidable “Stand by me”); un mini film de Espina con Luca y su campera corriendo en la calle soleada, en un balcón bajo el tema “Running Away”, como si fuera un personaje de un film de Godard; cuando recibe masajes, cuando se fuma un porro antes de subir a escena; en un zaguán, junto a su amigo “el colorado” tocando “Alabama’s Song”.

Con su hermano Andrea en un parque londinense

Lejos de densas recetas de documentales sobre mártires caídos, Espina ofreció un film sincero, alejándose de clichés tenebrosos o redimir el mito. Decidió jugársela por la vena del artista, el que se vino al fin del mundo a renacer, el que nunca olvidó sus demonios personales ni de donde venía. Le hizo un gran regalo. Hacia el final afirma que Luca murió con una sonrisa, un 22 de diciembre de 1987, a los 34 años. Eso se ha dicho anteriormente, pero a alguien que haya seguido a esta banda y a dicho frontman, no le cuesta esbozar una frente a ese momento, frente a esas palabras blancas sobre fondo negro.

Al culminar el documental, se escucha el final de “White Trash” mientras tipos barren el reducto donde ya pasó el tornado, donde pasó Sumo (Astros, Obras, quizá sea uno de esos dos), ya con las butacas vacías. No seré yo precisamente quien diga que la fiesta se terminó, primero que nada porque no soy nadie para emitir semejante juicio, y segundo porque no sé si alguna vez Sumo fue una “fiesta”. Pero puedo sospecharlo. Algo ha concluído, y el lente de Espina así lo manifestó. “The happy days were busted”, señaló Luca en Divididos por la felicidad. Alberto “Superman” Troglio, batero de la banda, afirma: “Un concierto de Sumo era como la campana que indicaba el comienzo del recreo”.


Director: Rodrigo Espina
Productores: Aníbal Esmoris, Marcelo Schapces. Barakacine.
Duración: 90 minutos
País de Origen: Argentina



M.Dávalos.-


Trailer: